Edición de Austral Singular Traducción de José María Valverde Imagen en pantalla de Gregory Peck como capitán Ahab |
Herman Melville fundió en Moby Dick una maravillosa trama novelesca -la obsesiva necesidad de venganza del capitán Ahab- con un cansino tratado enciclopédico sobre cetología, que va enseñando en forma de capítulos los días tranquilos del Pequod, el barco ballenero que persigue al Leviatán con aspecto de cachalote albino. Así, Melville, lector compulsivo desde joven, más obsesionado que el mismo Ahab, perseguiría y leería todo lo habido hasta la fecha sobre cetáceos, y en su afán de escribir una obra maestra -para lo que se retiró dos años al campo- volcaría en el libro todo el saber acumulado sobre las ballenas: historia, especies, tipos, características, anatomía, hábitat, arte, citas, costumbres, mitos, su caza, su despiece, su transformación, su carne, su aceite, sus huesos... así como de los barcos balleneros, su estructura, organización, tripulación, herramientas, etc. etc. Como dice J. M. Valverde en el prólogo a la edición de Austral "...hay que dejarse llevar por la voz del autor en estas larguísimas "variaciones Goldberg" sobre tema ballenero".
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El resultado es una obra formada en un 30 % de un intenso y atractivo relato novelado, principalmente en boca de un marinero principiante al que podemos llamar Ismael; y un 70% del libro que conformaría la "Ballenapedia". La propuesta no sería entendida hasta años después de la muerte de Melville. Tras su publicación en 1851 el fracaso comercial fue inminente. Los lectores no resultaron ser los "fisiólogos sensatos" que esperaba el autor; probablemente a estos les hubiera bastado una versión acotada a la acción para ser felizmente "bautizados en nombre del diablo". En mi caso, como lector, he "agarrado" menos capítulos de los que he dejado "sueltos".
Ilustración de cachalote en pasaporte |
Mapa del viaje del Pequod Ilustración de Everett henry |
"...el viaje ballenero fue muy bien acogido; se abrieron de par en par las grandes compuertas del mundo de las maravillas, y en las locas manías que me arrastraron hacia mi designio, flotaban, de dos en dos, en lo más hondo de mi alma, interminables procesiones de cetáceos, y en medio de todos, un gran fantasma encapuchado, como un monte nevado en el aire".
La trama girará primero alrededor de la relación entre el marinero Ismael y el arponero Quiqueg, y después en la tirana autoridad del capitán Ahab respecto a la tripulación, siempre determinada por su obsesión, vengativa, de enfrentarse y matar a Moby Dick.
Ilustración de AmbrMerlinus |
Ilustración de Nicola L. Robinson |
"En cuarenta años no he pasado ni tres en tierra firme... en la desolación de soledad... en el emparedado y amurallado aislamiento... durante cuarenta años, me he alimentado de salazones -adecuado símbolo del seco alimento de mi alma" (...) "todos mis medios son cuerdos; mi motivo y mi objetivo es demente" (...) "Lo que he osado, lo he querido, y lo que he querido, lo haré! Me creen loco... pero soy demoníaco, ¡soy la locura enloquecida! La profecía era que yo fuera desmembrado, y... Ahora, yo profetizo que desmembraré a mi desmembradora".
Moby Dick (1956) de John Huston con Gregory Peck como capitán Ahab |
"...el mundo rehúsa honrarnos a los balleneros... se piensa que nuestra vocación no llega a ser más que una ocupación parecida a la del matarife... Pero matarifes de la más sanguinaria categoría, han sido todos los Jefes Militares a quienes el mundo se complace infaliblemente en honrar". (Como al otrora vecino de la C/ Veedor de Cádiz, el Duque de Wellingtong, general de la flota inglesa contra Napoleón y ladrón de ballenas).
El verdadero oficio de ballenero requiere capacidad de sufrimiento y la sabiduría de la huida: "por mucho que ese niñito que es el hombre presuma de su ciencia y habilidad... el mar seguirá insultándole y asesinándole" (...) "No quiero en mi bote a ninguno que no tenga miedo de la ballena. Un hombre totalmente sin miedo es un compañero mucho más peligroso que un cobarde" (...)"Hay una sabiduría que es dolor; pero hay un dolor que es locura".
El fracaso de Moby Dick y el suicidio de su hijo afectaron psicológicamente a Melville, quien fue perdiendo tirón literario, refugiándose en la poesía y sobreviviendo gracias a un empleo como agente de aduanas en Nueva York, la ciudad donde triunfará siglo y medio después su tataranieto Moby como músico electrónico.
"qué gracioso, hermoso, gozoso, mimoso, cariñoso
es el mar, es el mar, es el mar"
(...)
"¡Allí sopla!"
Cádiz, abril de 2015
Herman Melville (Nueva York, 1 de agosto de 1819 - Nueva York, 28 de septiembre de 1891) Grabado del retrato de Joseph O. Eaton |
Un clásico pendiente en mi estantería.... No me anima mucho perro algún lo leeré y si puedo me haré con esa edición tan bonita que han publicado ahora
ResponderEliminarMil besos^^
Una gran novela que requiere de los cincos sentidos para ser disfrutada en todo su esplendor; muchas veces, cuando uno se sumerge en sus páginas, tiene la certeza de que la novela no se va a acabar nunca. Sus descripciones de ballenas son geniales, eso sí. ¡Besos! Le dejo mi bitácora, por si le interesa.
ResponderEliminarhttp://www.ourgodsaredead.blogspot.com.es/2015/04/misplaced-childhood-la-infancia-que-el.html
Hola, de vez en cuando me paso por aquí y me animo a releer alguna de tus sugerencias. Por eso te he nominado a un premio, te invito a recogerlo. Un saludo
ResponderEliminarhttp://buscapina7.blogspot.com.es/2015/05/premio-litarcihis.html
Muchas gracias por tu nominación Kirke Libris
EliminarComo dices en tu blog Leer, el remedio del alma:
"Para viajar no hay mejor nave que un libro"
http://buscapina7.blogspot.com.es
https://elpais.com/cultura/2017/12/12/babelia/1513073168_414520.html
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